14 de septiembre de 2013

PONER LA MESA

Cada día doy más importancia a los detalles, a los gestos y a la heroicidad del día a día. En los estilismos de la vida hay un acto de amor cotidiano que es cocinar, pero añadiría otra: poner la mesa. Mantel, bebida a temperatura, un adorno vegetal, una vela, cualquier detalle por sencillo que parezca adorna no sólo la comida sino el espíritu. Agradezco y valoro enormemente las invitaciones en casa. Un buen anfitrión es un tesoro, un estilista de la vida en potencia dedicado a aplicarse en la vida propia y ajena. 

Tanto por afición como por mi profesión, tengo que aplicar estilismos continuamente : para los acabados, para las fotos, para enseñar, para recibir, y por eso me fijo en todos los detalles. Además, de vez en cuando, navego por las web de profesionales del catering como  Norema Salinas  y Samantha de España o por los lookbook de las marcas de decoración, las buenas tiendas como El Patio de Marta, los buenos restaurantes... pero nada como ser el invitado, protagonista de cómo se ha dispuesto todo, puesto la mesa, enfriado las cervezas, organizado un centro, planchado las servilletas, encendido las velas como gesto de amor, cariño y generosidad a los invitados. 

Repasando las fotos del verano he encontrado las de numerosos estilismos veraniegos de familias y amigos asi que quiero homenajear con este post a todos los que, con la generosidad y el tiempo dedicado a sus invitados, nos hicieron la noche más larga, la conversación más íntima, el mundo más bello.



 


No hay comentarios: