17 de marzo de 2013

La mejor de las primaveras...

Por más que la situación actual se empeñe en emborronar de mierda cada mañana, hay cosas que son siempre. Y son verdad. El afecto. El amor maternal. El primer sorbo de una cerveza.La incondicionalidad de tus amigas. Un buen partido de pádel con tus compis. Cuando por fin llegas a casa...
Y la floración de los cerezos. 

Hace cuatro años tuve ocasión de viajar a Japón coincidiendo con el acontecimiento del florecimiento  (桜前線, sakurazensen) de los cerezos donde se celebran grandes fiestas bajo esos árboles para disfrutar al máximo de la fugaz belleza de las flores del cerezo. Gozan de ellas sabiendo que en un instante la hermosura de las flores puede marchitarse a merced del viento o de la lluvia. Es un precioso ritual oriental cargado de simbolismo para entrar de lleno en la primavera conscientes de la levedad de la vida y agradecidos de lo que ésta nos ofrece sin pedir nada a cambio...



...sin embargo, parece que los españoles no tenemos la formación ni la paciencia zen para contemplar como se marchita la rosada flor del pruno, no estamos preparados para el éxtasis contemplativo en la quietud..., por el contrario, nuestra primavera se presenta un año más jalonada por un continuo flujo de acontecimientos, desde  el escándalo económico hasta la depravación moral, que nos han dejado abrumados y avergonzados, sin ni siquiera haber propiciado una auténtica revolución, sino la lamentación continua e impertérrita desde el sofá. Y asi, espantados,  pasamos por encima de las cosas con el deseo de que "pase pronto", de que "el año que viene mejore", posponiendo el día, los proyectos y la vida. 

Si, en España también hay primavera y a los blancos de los almendros (prunus amygdalus) se suceden ahora mismo los tonos rosas de todos los prunos (prunus pissardi, subirthella, avium...) y enseguida comienzan los amarillos de mimosas (acacia dealbata) y forsitias dando paso a toda la eclosión de los árboles, arbustos y flores.


La floración de los cerezos es siempre. Y es verdad. Pero dura muy poco. Por eso quería animaros con este post a que esta primavera os detengais a contemplar este tiempo de belleza diaria, a sentir que hay tanto que vale la pena y reconocer lo afortunados que somos por las cosas que se nos ofrecen sin pagar a cambio y que al fin y al cabo son las únicas valiosas en la vida. Y desearos la mejor de las primaveras. Por que son siempre. Y son verdad.



Haiku (cortesiadeLMM)

Cuando las flores del cerezo se abrieron
trajeron belleza a mi corazón
Tatsu-Jo




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