27 de enero de 2013

Tocar el cielo

Esta semana hemos revisitado un hermoso jardín que finalizamos en 2004 al que dedicamos alma, corazón y vida. El cliente y el proyecto lo merecía, la verdad. 

Esta es la vista del jardín, en la primavera del año 2006



Y éste el imponente recibimiento desde la entrada....


Paseando bajo la lluvia, sentí mucha emoción. En cada ciprés, a cada paso, en cada metro se quedó algo de mi vida. Porque lo que se siembra crece. Porque lo que se planea permanece. Porque los actos tienen consecuencias. Y porque la vida pasa, y el tiempo se esfuma sin compasión a no ser que lo dediquemos en forjar destinos. Porque cada instante cuenta. Asi que pensé en el devenir y en el tiempo y en compartir. Pensé en mi _éste_ blog que por entonces escribía tan a menudo y en la alegría para caracteres como el mío de compartir emociones. 

Deseo hacerme mayor igual que nuestros buenos jardines, que el "ciprés estricta" (cupressus sempervirens), valiente, fuerte, con las ramas alzándose hacia arriba para tocar el cielo.



No hay comentarios: