6 de marzo de 2009

cada instante cuenta

Muchos días intento dedicar un poco de tiempo a la reflexión. Os cuento: la mayoría de la gente piensa que los perros se tienen para combatir la soledad; sin embargo, yo pertenezco a ese otro grupo de la población que tiene un perro precisamente para poder estar sola un rato. En cuanto puedo, salgo con mi perrita a pasear y mientras el último sol de la tarde me acaricia la oreja antes de ponerse tras el skyline de Madrid, medito sobre la semana, sobre lo que ha pasado y sobre lo que está por venir...antes de volver a sumergirme felizmente en mi acompañada existencia.

Y así sucedió la semana pasada, hasta que esta placentera estampa se rompió cuando al volver a casa un descontrolado lamborghini amarillo se estampó a gran velocidad sobre mi coche. Fué cuestión de un instante....
El caso es que antes del golpe, sin rango de decisión, yo había dudado en tomar una dirección u otra, hacer antes algo que lo otro y, claro, he estado pensando toda la semana que por un instante ésto no habría ocurrido si mi secuencia temporal o la del otro sujeto se hubiera movido tan sólo segundos antes o después...
¿O sí? ¿O las cosas pasan porque tienen que pasar?
Ese segundo antes o después, una calle a la derecha o a la izquierda, cada situación, cada secuencia de cada acto de nuestras vidas se divide en mil pequeños matices: la luz, el sonido de la mesa de al lado, detenerse, seguir, una coma mal puesta, un cruce de palabras, un semáforo en rojo, una mirada… cientos, miles de insignificantes detalles que, como aburridos soldaditos de plomo avanzan, retroceden y se repliegan en el improbable campo de batalla que es la vida.

El susto no llegó a la categoría de problema (hospital), sino de inconveniente (taller), _gran diferenciación de la medida de las cosas que me enseñó una amiga recientemente_ pero sí me ha hecho reflexionar sobre como cada instante nos conduce a lo inevitable, porque para bien o para mal, ajenos a sus consecuencias, cada instante cuenta...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un segundo para decirte amiga querida, que te quiero y que aunque esté lejos en kms, estoy muy cerca con el corazón.
M besos a todos.
Verili

Anónimo dijo...

Ese instante del que hablas es un instante constante, probablemente por la edad, es algo que tengo muy presente y no me arrepiento de una elección consciente o automática de lo nimio…. No conozco la alternativa… es así.

P.P.

Anónimo dijo...

El verme mencionada en tu blog... me ha hecho sentirme IMPORTANTE, como la reina de los mares !!!

Gracias potxola, mmmmmmmmuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaaakkkkkkkkkkkkkkk
B.A.