¿Recordais?, la pandi -¿tribu?- comparte buen rollito con música de fondo de Ottis Redding, «Sentado al borde de la bahía»... y lo más asombroso, aparentemente no necesitan comprar ni desear nada material; la tribu se siente bien y lo transmite: no tienen hambre ni colesterol, no cargan con bolsas del corte inglés, ni lucen bolsos de prada, no llevan tarjetas de crédito entre los dientes, ni parecen competir por el mejor coche, ni siquiera parecen preocupados por no haber sido protegidos de niños con Lcasei inmunitas , o atormentados ante la gran duda entre elegir entre un mp3 o una cubertería por pasar nómina, hipoteca y pensión a una nueva entidad financiera,
sencillamente, hace buen tiempo, están cerca del mar y han quedado con sus amigos, y claro, afirman que hay tanto por sentir, y por lo tanto, tanto por vivir y, consecuentemente, tantos caminos por recorrer,
... y claro, uno apoltronado frente al samsung recibe el mensaje _por fin la luz_:
¿Quién dijo crisis?: Las cosas mas caras de la vida son gratis, o casi. Y si, de acuerdo, es la cuesta de enero, y de febrero y de las hipotecas y demás, pero, ¿no será también que nos estamos metiendo en una espiral _¿dije espiral de nuevo?_ de materialismo y despreciando las grandes cosas que nos ofrece la vida a precio de saldo?
Un día de sol, el primer sorbo de una cerveza sentado al sol, charlar con los amigos, dar un paseo por la playa _los de madrid pronto también_, sentirte bien contigo y con los que te rodean, un rato a so las con un buen libro, messi. ... tanto por vivir.